Todos los emprendedores tienen en común una personalidad muy definida, el carácter emprendedor.

Mucha gente tiene grandes ideas que “están seguros” que funcionarían muy bien, pero no están dispuestos a ponerlas en práctica. Para atreverse hace falta tener una ese carácter.

Sin embargo, no todo es positivo. Por el otro lado, estas personas también experimentan la soledad del emprendedor.

El carácter emprendedor es una actitud, una forma de vida y una capacidad innata para ver las oportunidades y aprovecharlas.

Son personas que suelen tener tendencia a desarrollar proyectos, pero no solo con un objetivo económico. Igualmente, también se implican  al máximo en proyectos personales o sociales.

Mientras que la soledad del emprendedor se centra en esa sensación de estar “solo contra el mundo”, que toda la responsabilidad cae sobre tus hombros…

No te preocupes en exceso, todo se supera.

Cualidades del carácter emprendedor

cualidades del caracter emprendedor

Las personas emprendedoras suelen contar con una serie de cualidades que  aprovechan para conseguir sus metas u objetivos.

En este artículo vamos a repasar las más importantes.

Innovación

Las personas innovadoras encuentran siempre nuevas formas de hacer las cosas a partir de una idea.

No es necesario inventar la fórmula de Coca-Cola cada día, sino hacer las cosas diferentes, darle una vuelta más, etc… Encontrar ese punto de mejora que siempre está ahí.

Se trata de concebir una idea mejor según tu filosofía. Los innovadores por naturaleza, aplican esta capacidad en todos los aspectos de su vida.

Para el emprendedor el punto es idear una empresa que sea de utilidad para un grupo lo suficientemente valioso de empresas o personas.

Para que funcione el plan de empresa debe ser sustentable e ir más allá de los proyectos que se darían en situaciones perfectas.

A veces, ver las cosas de manera diferente también potencia la sensación de soledad. ¿Todo el mundo tendrá razón y yo seré el diferente?

No te preocupes, ¡confía en ti mismo y sigue!

Perserverancia

Los emprendedores no se rinden nunca. Se enfrentan a las dificultades convencidos de que las superarán y si esa manera no funciona, buscan otra.

La palabra fracaso no está en su vocabulario. Todo tiene un proceso y unos tiempos. De nada sirve desesperarse.

En palabras de Steve Jobs:

“Estoy convencido de que la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los no exitosos es pura perseverancia”.

Seducción

Otra cualidad esencial del carácter emprendedor es la seducción.

Este tipo de personas logran con facilidad que los demás los apoyen y participen en sus ideas y proyectos.

Esta cualidad es todavía más importante en los inicios del proyecto cuando hay que buscar financiación, clientes y proveedores que crean en su proyecto que acaba de comenzar.

En fases posteriores, esa seducción es fundamental para alinear a toda la empresa detrás de sus ideas u objetivos.

emprendedor seductor

Confianza

Empezar de cero un negocio o un proyecto no es fácil, no sólo por la inversión de tiempo y dinero que implica, sino también por los contratiempos que te encontrarás.

Hay que luchar con mucha gente que no confía en ti y que considerará que estás “loco”.

Sólo se puede seguir adelante estando plenamente seguro de lo que se hace y confiando ciegamente en que el proyecto es viable.

La autoconfianza es fundamental para luchar contracorriente y hacer posible lo imposible.

Volviendo a Steve Jobs:

“Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”

Iniciativa

Los emprendedores no esperan a la situación perfecta para empezar sus proyectos, sino que crean las condiciones necesarias para que la empresa comience o se desarrolle.

Otra cosa que el emprendedor tiene claro es que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”.

Muchas personas que quieren emprender se esconden en que su proyecto todavía no “es perfecto” y, por ello, nunca empezará.

Este perfil de persona es atrevido para tomar la iniciativa de sus proyectos sin importar la opinión de los demás, ya que muchas personas (con su mejor intención) te dirán que tu idea no va a funcionar.

Lo más importante al ser emprendedor es creer en sí mismo y en su proyecto para comenzar a trabajar en él, día y noche hasta que dé resultados.

El emprendedor es atrevido porque se atreve a desafiar las normas de lo que se puede o no se puede hacer.

Para ser atrevido, solo es necesario tomar la iniciativa de tus proyectos y trabajar activamente en lograrlo.

Equilibrio emocional

El día a día de un emprendedor es muy diverso y complicado, ya que hay muchas pruebas que superar.

A veces, algunas de ellas es fácil que nos desestabilicen, por ello el carácter del emprendedor suele ser muy equilibrado.

Es básico no lanzar las campanas al vuelo en los buenos momentos, como no venirse abajo ante un problema u obstáculo.

Tener una gran estabilidad emocional será básico e imprescindible para mantenerse firme, no desfallecer y no dejarse pisotear por nadie.

La vida de los trabajadores por cuenta ajena puede ser alegre, triste, ilusionante o frustrante, pero en la vida del emprendedor ¡todos los días pasas por todos esos estados!

Y quizá no solo una vez al día, es lo que se llama “la montaña rusa emocional del emprendedor”.

montaña rusa del carácter emprendedor

Cuando creas que todo a tu alrededor se desmorona y te sientas solo en tu proyecto, ¡continúa! Como dice el refrán: Después de la tormenta siempre llega la calma.

Flexibilidad

Los emprendedores adaptan sus proyectos a la realidad. El contexto actual hace que cada día sea más cambiante, por lo que hay que saber adaptarse sin que sus proyectos pierdan su esencia.

Una persona flexible puede acoplar ideas con otros puntos de vista. Suelen ser muy ágiles en cuanto a los cambios, tanto personales como profesionales.

Los emprendedores siempre ven en los cambios una oportunidad de negocio o proyecto.

Por eso, las personas flexibles son también las más buscadas en el mercado de trabajo.

Pasión

Un emprendedor es el que no sólo confía en su proyecto, se desvive por él e invierte horas de su vida personal, sino también el que le pone toda la pasión.

Empezar algo sin estar ilusionados, sin verle una motivación, no tiene ningún sentido.

Es importante que sientas amor por el riesgo, que te corra la adrenalina cuando tienes ante ti un reto y que ante cualquier amenaza, te crezcas y te conviertas en el mejor defensor de tu proyecto.

El emprendedor no se frustra cuando todo se retrasa más de proyectado, ni se siente mal cuando no se consiguen los resultados que se están buscando.

Lo que hace es parar, analizar el por qué y volver a intentarlo con nuevas energías.

Aprendizaje

Este tipo de personas aprenden de sus propios fracasos y transforman esas experiencias en fuente de valor para afrontar futuros proyectos.

Ellos nunca valoran las veces que caes sino las que te levantas y hace mucho tiempo que cambiaron el paradigma del fracaso:

“Fracaso es no intentar las cosas, no no conseguirlas”.

Por ello, cada vez más los emprendedores contratan antes a gente que se ha caído varias veces antes de contratar a gente que nunca lo ha hecho.

¿Por qué?

Porque esos que se han caído no volverás a cometer esos errores, por el contrario el que nunca lo hizo, debe cometerlos y caerse.

Más información: Tres reflexiones para ver el fracaso como fuente de éxito

emprendedor yendose

Renuncia

Esta es otra parte importante del carácter emprendedor.

¿A cuántas cosas estás dispuesto a renunciar por tu proyecto?, ¿a cuantas horas de familia vas a renunciar? ¿a cuantas horas con amigos vas a renunciar?, ¿vas a renunciar a un horario fijo?, ¿vas a renunciar a un “sueldo fijo”?, etc..

Los emprendedores renuncian a todas esas cosas y alguna más. Especialmente en los primeros tiempos de sus proyectos, cuando lo darán todo a cambio de nada con la ilusión y esperanza de que sus proyectos se desarrollen y triunfen…

En resumen, el emprendimiento es mucho más que una moda. Es una forma de ser y una forma de vida que no está al alcance de todas las personas.

La montaña rusa del emprendedor es como llamamos a las continuas subidas y bajadas de ánimo que uno sufre cuando está emprendiendo. Que hace que un día se sienta el rey del mundo y al siguiente un desgraciado que acabará en la bancarrota. Y sufrirla no es malo, es lo normal.

En el primer gran golpe es normal que se te pasen por la cabeza las siguientes frases: “me equivoqué”, “esto no es para mí”, “dónde me he metido”, etc…

No te preocupes mucho, les pasa a todos y se supera.

Con el tiempo aceptarás las subidas y bajadas con mejor actitud y ánimo, como todo en la vida la experiencia es un grado. Nos enseña a encajar los golpes y a no pasar demasiado tiempo auto compadeciéndonos.

La resilencia es también el último secreto del carácter emprendedor.

 

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